Aunque en muchos casos no es obligatorio adquirir un seguro de viaje, siempre es altamente recomendable contar con protección durante toda la experiencia y disponer de coberturas tan necesarias como la asistencia médica, la cancelación, la pérdida de equipajes o la responsabilidad civil. De siempre se ha dicho que “es mejor prevenir que curar”. Todos conocemos el famoso refrán, pero, seamos sinceros, solemos pensar que a nosotros nunca nos va a pasar nada durante nuestro viaje. Sin embargo, nadie está exento de que le surja un imprevisto cuando viaja. Una simple torcedura de tobillo, una picadura, un dolor estomacal, y un millón de causas más pueden arruinar tu viaje, por no saber dónde acudir, o que atención médica reclamar, además de que puede suponer un gasto para tu bolsillo.